Refill: Otro ‘negocio dentro del negocio’?

Es cierto que el costo de investigación y desarrollo lo pagan los fabricantes. Es cierto también, que quien produce una nueva impresora, por ejemplo, no parte de cero.

Es evidente que un productor, puede “inspirarse” viendo una nueva técnica o un nuevo modelo de un competidor. Luego, si alguien encuentra un oportunidad de negocio que beneficia a los clientes pero no a los fabricantes originales, estos últimos no siempre pueden “arrojar la primera piedra”.

El refill o relleno de cartuchos de impresoras, es un servicio que ha evolucionado desde ser un juego de jeringas con tinta, hasta las máquinas portátiles que rellenan al vacio, con normalmente mas carga que la proporcionada por el fabricante original. Es difícil objetar hoy, la calidad de las tintas. Las hay de la mejor calidad y con estaciones de servicio de relleno que lo garantizan.

En Estados Unidos, donde muchas veces vemos lo que vendrá, grandes vendedores al detalle como Office Max o Walgreens han incorporado el servicio de relleno en sus locales. El primero en toda su cadena -900 locales-, y el segundo en 1.500 de sus 5.100 puntos de venta.

Si a la conveniencia en precio le añadimos el beneficio a nivel ecológico (un cartucho necesita mas de medio siglo para biodegradarse), lo menos que podemos hacer como librero papeleros, es quedarnos pensativos.