Porqué el futuro está en las marcas del nuevo siglo
3 de junio de 2010 - Destacados
Las perniciosas consecuencias de la gran recesión no pueden resolverse manteniendo los mismos enfoques del tiempo en que los creamos. La “nueva normalidad” en negocios hace que muchos dueños actuales de marcas tengan que impulsar algo más grande que una modificación superficial del marketing. Necesitan acelerar su colaboración con los consumidores, de manera que principios como “para la gente, para el planeta, para las utilidades”, combinadas con herramientas de la Web y medios de la próxima generación, puedan transformar el rol de las marcas en la economía, la sociedad y los negocios.
Las así llamadas “marcas del nuevo siglo” pueden ir más allá de la escuela de pensamiento que pone al consumidor en el centro: un foco para crear una experiencia positiva del consumidor en el punto de venta y después de él, para diferenciarse de los competidores, lo que realmente ha sido alcanzado sólo por un puñado de anunciantes como Disney, Apple y Mini. Las marcas del nuevo siglo ayudan a los consumidores a alcanzar más y hacer mejor. ¿Por que? El consumidor de hoy desea una relación de ida y vuelta y eso demanda que las marcas sean a la vez magnánimas, maleables y funcionales.
Existe en forma latente una clara oportunidad para que las marcas actúen y sientan en forma diferente a muchos de los que hoy dominan el paisaje, al permitir a sus consumidores a tomar parte proactivamente en el negocio y convertirse en virtuales propietarios, participando en la entrega de una marca como plataforma para la acción o la creación de riqueza.
La mayoría de las marcas no son plataformas para la acción y creación de riqueza; sólo existe una falange de marcas del nuevo siglo. Pero hay tres razones por las que ahora es posible: las tendencias, las habilidades y los medios de la próxima generación. El éxito de Product Red no es sólo una plataforma de acción para eliminar el sida en Africa: su modelo de negocios, que traspasa las categorías, ha reinventado el enfoque de la filantropía al combinar exitosamente hacer dinero con hacer el bien, revelando que los consumidores y las marcas son ahora capaces de colaborar a un nivel sofisticado.