Sobre capital intelectual
24 de mayo de 2010 - Destacados
Por ahora, la mayoría de las empresas sólo miden capital tradicional, pero pronto el capital intelectual se convertirá en un importante componente de la creación de valor y aprenderán a medirlo.
Para las empresas que cotizan en bolsa, el capital se reúne emitiendo acciones que a su vez se invierten en activos. Con suerte, esas inversiones de capital lograrán una tasa de retorno mayor al costo de capital. Los activos de capital se reflejan en el balance. A medida que el mundo se vuelve cada vez más competitivo, los retornos generados por los activos no reflejados en el balance adquieren más importancia. Y para algunas organizaciones, esto puede representar la más grande fuente de creación de valor.
Uno de esos activos escondidos para creación e valor es el llamado capital intelectual (CI). El CI es el material intangible que brinda a la organización conocimiento, estrategia, servicio al cliente, etc. Las fuentes internas de CI al personal que posee el conocimiento y la experiencia para hacer que la organización funcione. El CI interno incluye también los sistemas de información, las marcas y los derechos de propiedad intelectual. El CI externo representaría clientes y proveedores leales.
El CI recibió atención cuando Thomas Stewart publicó su libro: Capital Intelectual: la nueva riqueza de las organizaciones. A partir de ahí, muchas empresas reconocen ahora que la creación de valor supera al capital tradicional. El intenso interés que despertó el CI llevó a muchas empresas a crear gerentes de capital intelectual.
¿Cómo se mide? La medición puede incluir cosas como calificaciones a los empleados, tasa de retención de clientes y derechos intelectuales registrados. Por ahora, muchas empresas se limitan a medir fuentes tradicionales de capital. Sin embargo, en el futuro el capital intelectual puede convertirse en uno de los componentes más importantes de la creación de valor.
Fuente: Mercado-Argentina