Tendencias: Cuestión de estilo
1 de abril de 2004 - numero_05
Por Julio Añez García
Gerente de Extraper
Nos comunicamos de varias maneras, quizás la más emocionante es escribir. Para satisfacer esta necesidad son indispensables motivo e inspiración, para impactar escogemos los colores y la trama del papel, así se inicia un bello recorrido de imaginación, expresión y redacción.
El estilógrafo y el bolígrafo dan ese “estilo” particular. La comodidad de utilizar un buen instrumento de escritura es cómplice del final, la rapidez para desplazarse en el papel es fundamental, fluyendo la tinta a igual velocidad que las ideas.
Por fortuna estamos regresando al estilo de escribir con plumafuente, existen modelos para coleccionar, otros que garantizan personalidad y gusto, por último los diseñados para lo cotidiano, aquellos que duran a pesar del uso.
El bolígrafo es universalmente usado por comodidad y costo, sus formas diseños o presentaciones, lo hacen atractivo a quien tenga la cultura de seleccionarlo para signar sus rasgos personales, dándole a su rubrica la importancia de una huella académica.
Las cadenas de almacenes por departamentos le dan mucha importancia a la exhibición de instrumentos de escritura en estuches vistosos, diseñados para engalanar la emoción del regalo. Hoy las papelerías entraron en competencia asignando lugares específicos, dando la opción a su público de seleccionar un excelente producto.
El diseño europeo tiene el reconocimiento mundial. Por otra parte la globalización hace posible la imitación de instrumentos de escritura de calidad deficiente y sin ninguna garantía.
La calidad de vida implica el mejoramiento en la compra de bienes y servicios que eleven la autoestima; otorgarle importancia a lo que hacemos por escrito depende en gran medida del bolígrafo con el que queremos dejar huella.