El futuro del management según Gary Hamel
2 de junio de 2010 - Destacados
En Gore, que fue fundada por un ex DuPont, los equipos son pequeños y automanejados para tener amplio margen de acciòn y poder intentar nuevas ideas. Los empleados tienen tiempo para intentar ideas propias y permiso para plantarse ante los que tienen poder en la cima. Hamel dice que si las empresas se organizan de esta manera, desafían la misma idea de que un gerente está “arriba” en la jerarquía y que el investigador está “abajo”.
Sobre Google, dice que a pesar de su modelo gerencial que favorece la innovación, su suerte sigue atada a un negocio, que es la publicidad igada a las búsquedas. “Es probable”, dice, “que Google nunca encuentre otro Google, porque los modelos globales de negocios verdaderamente revolucionarios no se encuentran todos los días”.
Pero más allá de los tropiezos que pueda tener Google, escribía Hamel en 2007, lo importante es que estas empresas innovadoras comprenden que los empleados no deben ser tratados como adolescentes que necesitan límites a su libertad. Ellos están en el frente y son , por lo general, los que más conocen las necesidades e los clientes. Por lo tanto, deberían tener el poder para contar a los jerarcas qué productos y servicios se necesitan, y deberían estar involucrados en las decisiones de la compañía.
La implicancia de todo esto es que no se necesitan tantos gerentes en una organización. Cierto, todavía se necesitan algunos y algunos procesos centralizados para impedir que la organizaciones se descarrile en todas direcciones. Pero las mejores organizaciones serán aquellas cuyos empleados tengan el poder para innovar en lugar de simplemente obedecer órdenes de arriba, dice Hamel. En un contexto de estas características, la idea de toda una clase de gerentes evaluando y reevaluando cada acción de quienes tienen debajo en una jerarquía vertical pierde sentido.
El libro no atrajo mucha atención ni cuando fue publicado ni en los años subsiguientes. Parte de la explicación podría estar en que representa un asalto a las escuelas de negocios, que obviamente se especializan en capacitar gerentes que luego van a disfrutar de jugosos sueldos. Hamel tuvo la audacia de señalar que algunas de las mejores y más innovadoras ideas no provienen de las escuelas de negocios sino de gente que nunca pasó por sus aulas.
Fuente: Mercado – Argentina