La maldición de Cronos – la nueva enfermedad organizacional
14 de mayo de 2010 - Destacados
El miedo a sentir que perdemos nuestra posición y status dentro del entorno de trabajo, la ansiedad que nos produce la pérdida de poder dentro de nuestro mundo laboral, el temor a ser desplazados y sustituidos es la génesis de una nueva enfermedad de corte psicosocial que se agrava aún más en las circunstancias de la actual crisis laboral y financiera. La Maldición de Cronos afecta casi a un 50% de las organizaciones y puede ser mortal, inhabilitando de por vida el desarrollo y la productividad. Además, puede tener comorbilidad con otro tipo de trastornos organizacionales como el Mobbing, y cualquier tipo de representación de abuso de autoridad que cronifique los síntomas de insatisfacción laboral.
1. 1. Introducción
Cronos era el menor de sus hermanos. Hijo de Urano y Gea perteneció a la generación de divinidades que siguió la de los Olímpicos. Al ser el menor de los titanes, Cronos permaneció gran parte de su infancia y adolescencia a la sombra de las hazañas de los mayores e intentando ganar la atención de su madre. Ansiaba el protagonismo de ellos y el poder de su padre Urano. Tal fue así que cortó los testículos de su padre marcando la separación del Cielo y de la Tierra. Para no tener rivales, en su nuevo futuro, encerró en los Infiernos a sus hermanos, los cíclopes. Se unió a su hermana la titánide Rea y engendró un gran número de hijos: Hestia, Démeter, Hera, Hades y Poseidón. Pero como tal y como su padre Urano le había espetado en una maldición antes de morir, uno de sus hijos le quitaría todo su poder y le destronaría. Para que eso no pasara, a Cronos no se le ocurrió otra idea que inmediatamente que cada uno de sus hijos naciera procedería a devorarlos él mismo vivo. Y así fue, uno tras uno como Cronos fue comiéndose todos y cada uno de los recién nacidos. Todos, menos su último hijo Zeus, que gracias a que su madre lo escondió pudo escapar. Cuando Zeus creció, logró revelarse a su padre y destronarle, llegando a ser el nuevo Dios Supremo del Olimpo.