A diez años del estallido puntocom
17 de marzo de 2010 - Destacados
La reacción de la Reserva Federal a la caída del Nasdaq facilitó el apalancamiento. Ante los severos daños económicos derivados de los estallidos de anteriores grandes burbujas de inversión, en EE.UU. en 1929 y en Japón en 1990, la Fed decidió llevar a cabo un agresivo recorte de los tipos de interés. Lo hizo incluso pese a que gran parte de la economía apenas se había visto afectada por los problemas del sector de las puntocom, facilitando así la obtención de créditos dirigidos a la especulación, ya fuera en la gestión de un hedge fund o la compra de una vivienda.
Así, el verdadero poder adquisitivo de los hedge fund se multiplicó varias veces y llegaron a controlar el movimiento diario de las acciones y otras clases de activos. Podría decirse que los modelos de negociación que desembocaron en la crisis de 2007-09 tuvieron su origen en las secuelas de la crisis puntocom.
Esto no quiere decir que todas las empresas tecnológicas resultaran ser una mala inversión. Google no salió a bolsa hasta cuatro años después del estallido de la burbuja.
Las acciones de Amazon, el minorista más importante de Internet, registraron un máximo histórico de US$ 142 en diciembre de 2009, muy por encima de su techo de US$ 89 durante el periodo puntocom. Sin embargo, muchas de las empresas que copiaron su modelo, y que convirtieron brevemente a sus fundadores en multimillonarios, dejaron de existir hace tiempo.
La tecnología también ha sido uno de los sectores con mejores resultados en los últimos 12 meses. Diez años después del máximo del Nasdaq, no ha perdido su atractivo. Sería poco prudente descartar a empresas y sectores tecnológicos específicos, como la robótica aplicada a la medicina. “La tecnología constantemente da lugar a más empresas innovadoras que ninguna otra industria”, señala James Paulsen director de inversiones de Wells Capital.
La posibilidad de que el Nasdaq suba por sobre los 5.000 puntos sigue pareciendo descabellada. “Podemos obtener grandes rendimientos con la tecnología, pero no nos devolverá así como así a los 5.000″, advierte Paulsen. “Ese máximo -los 5.000 puntos- es el testimonio de la naturaleza absurda de aquella burbuja”.
Fuente: Diario Financiero