Apple iPad, ventajas e inconvenientes de la nueva tableta táctil
31 de enero de 2010 - Destacados
Con él podremos llevar a cabo las típicas actividades que desempeñamos con un ultraportátil: consultar el correo electrónico, navegar por Internet, leer blogs y prensa online o perder horas y horas contemplando vídeos graciosos en YouTube. El iPad es, además, compatible con todas las aplicaciones para iPhone y iPod que alberga el iTunes AppStore. Dado que emplea sistema operativo propio, tener todas esas utilidades a su disposición (previo paso por caja) le otorga un impulso que nunca habría obtenido partiendo desde cero.
Entre otras cosas, eso garantiza que todas las herramientas estén optimizadas. Al igual que ocurre con su teléfono táctil, da gusto contemplar la suavidad con la que se desenvuelve su interfaz. Manejar sus iconos y herramientas de forma tan sencilla e intuitiva es una gozada para el usuario. Hasta su teclado virtual es bastante cómodo, aunque también se puede agregar uno físico (adquiriéndolo por separado).
Otra de sus bondades reside en su prolongada autonomía. La batería, para variar, no es extraíble, pero con una carga completa puede abastecer al iPad durante un máximo de diez horas. Para uso diario parece una marca bastante razonable. Tampoco es mala cifra para viajes o desplazamientos largos.
Los videojuegos pueden ser una de sus mejores bazas. Apple quiere convertir al iPod touch y al iPhone en consolas portátiles, pero esta tableta tiene a su favor un tamaño de pantalla más seductor. Si los ultraportátiles ya se están poniendo las pilas en cuestiones de rendimiento gráfico y superficies táctiles, el iPad cuenta con la ventaja de que los desarrolladores trabajan con una máquina de características cerradas. Mucho más sencillo a la hora de optmizar sus recursos, aunque está por ver de qué es capaz su engimático procesador A4.