Los cuadernos que, ojalá, nunca lleguen a nuestra región
1 de julio de 2007 - numero_23
Death note, cuaderno de la muerte, es un popular “manga” (comic) japonés que ha trascendido las fronteras de su país de origen.
La historia, que ya se ha transformado en serie televisiva de dibujos animados, nos habla de la vida de un joven -Light Yagami- que encuentra un cuaderno que transformará su vida. Éste, de tapas negras con la inscripción “Death Note”, permite anotar nombres de personas que, después de ese registro, morirán. Como buen manga, el relato en numerosos capítulos mantiene en vilo al lector.
Hasta aquí, es una historia más de las tantas que produce el país del sol naciente y que nos llegan de diferentes maneras. Lo conflictivo está en el hecho de transformarse en ejemplo que muchos niños tratan de seguir. En China, la preocupación de muchos padres ha cuestionado la validez de un producto que los niños compran para divertirse. Quienes fabrican Cuadernos de la Muerte –que no es otra cosa que un simple cuaderno de tapas negras con la inscripción que señalábamos– buscan colocar un producto más en el mercado. Para los niños, este “juguete” les permite anotar a quienes quieren ver morir –compañeros, profesores u otros– y describir su muerte de la manera más detallada posible.
Las reiteradas denuncias llevaron a confiscaciones masivas que han producido un efecto similar a apagar fuego con gasolina. Los estudiantes chinos se han rebelado contra lo que consideran una acción invasiva y exagerada y han saturado las centrales de policía con llamadas anónimas amenazantes. Vocecitas que decían “Soy el Dios de la Muerte, te maldeciré y observaré como mueres, veamos si aún tienes valor para seguir confiscando Cuadernos de la Muerte”, fueron claro testimonio de lo que los niños sentían y lo expresaban con términos que no terminan de medir.
¿Vender justifica provocar este tipo de emociones? ¿Quién tiene mayor responsabilidad, el creador de la serie o quienes la transforman en un objeto que se integra a la vida cotidiana de los niños? Una serie transmitirá siempre una multitud de mensajes que, dependiendo de cómo los infantes hayan crecido, impactarán de una u otra manera. Nunca los mensajes de este tipo transmiten un solo significado, pero al crear un siniestro cuaderno que se coloca en las manos de un pequeño, ¿Qué se espera? ¿Cuál es la invitación? ¿Qué predisposición se potencia? Hay muchas respuestas posibles, pero nadie querrá (ojalá) que quien está creciendo crea que la muerte es un simple juego, o peor aún, piense que ésta es una opción para resolver conflictos.