Federico Machmar (in memoriam)
1 de julio de 2007 - numero_23
Hace muy poco, en su querida Córdoba pero lejos de la tierra que lo vió nacer, murió Federico Machmar.
Don Federico nació en Alemania en 1911 y poco después, con frescos diecisiete años ingresó, en Hannover, a Pelikan. Fue un hecho trascendente que marcó toda su vida posterior, dedicada con pasión a una marca que fue para él más que eso: fue una manera de vivir. En 1937 llegó a Argentina y desde ese país, partió a múltiples destinos que le permitieron conocer muy bien muchos países, trabajando siempre para fortalecer a su amado pelícano.
De su unión con Elena Bergallo, con quien se casó en 1945, nacieron tres hijos que multiplicaron su descendencia con doce nietos y diez bisnietos que también aumentaron la familia Pelikan. Su hijo Federico es responsable de la marca en la vasta región de Cuyo en Argentina y su nieto Matías Shaw, en México, es el gerente de mercadotecnia de Pelikan Latinoamérica.
Walter Shaw, su yerno y compañero nos dice: “A título personal, les puedo decir que tuve la suerte de tener dos padres a quienes quise mucho, mi padre biológico y Federico Machmar, con quien tuve la suerte de trabajar por más de 21 años y de quien aprendí mucho”.
José Sabatino, cliente y amigo, afirma: “En pocas palabras puedo resumir lo que Federico significó para mi. Mi hijo varón lleva su nombre”. Y los testimonios continúan y son difíciles de transcribir en un espacio como este. Los citamos para reafirmar que Federico Machmar “al andar hizo caminos y al volver la vista atrás”, como decía Machado, pudo ver una familia unida, la suya y la de Pelikan -que en el fondo es lo mismo- trabajando juntos en pos de un objetivo que a todos nos hace mejores.