33a Feria Internacional del Libro de Buenos Aires
1 de julio de 2007 - numero_23
La edición número 33 de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se desarrolló desde el 19 abril al 7 de mayo, concluyó dejando muy satisfechos a organizadores, expositores y visitantes. La feria fue grande desde el mismo espacio, 45.000 metros cuadrados, y lo fue también por los resultados obtenidos: 1.250.000 visitantes, 1.521 expositores, 58 países presentes y 1.700 actividades culturales, por citar sólo algunos indicadores.
En la inauguración, La Feria del Libro de Frankfurt -la más importante del mundo- distinguió a Argentina como invitado especial para su edición 2010. Como la feria germana es considerada el centro del mercado europeo, el país invitado tiene la posibilidad de mostrar su producción a un vasto público, que en la mayoría de los casos demanda títulos y traducciones a diferentes idiomas.
En los febriles 19 días que duró la feria -que ocupó en su totalidad el espacio provisto por La Rural- destacó la participación de novelistas, poetas, humoristas, historiadores y otros actores que alimentaron el encuentro con su talento. Destacan particularmente las XVII Jornadas Internacionales de Educación, el X Congreso Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro y el VIII Foro Internacional de Enseñanza de Ciencias y Tecnologías, sin dejar de mencionar los múltiples foros relacionados con el libro.
La senadora Cristina Fernández de Kirchner participó en el acto inaugural. Entre las más diversas actividades culturales, no faltó oportunidad para homenajear al padre literario de la reflexiva Mafalda, Joaquín Lavado, Quino.
El claro éxito comercial se benefició de un público entusiasta y de un grupo de animados compradores que en un par de jornadas arrasaron con las existencias: los responsables de 850 bibliotecas que gastaron, furiosamente, un presupuesto otorgado por la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip), cercano a los 200.000 dólares. La mayoría de las editoriales presentes agradecieron el original comportamiento y también destacaron, a nivel general, que el público de este año se caracterizó por buscar libros de autores y temas específicos, sin ser el precio el factor determinante. Algo digno de repetir fue la noche de puertas abiertas gestionada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que permitió que el público ingresara de manera gratuita el 28 de abril. La edición 2007 de la Feria de Buenos Aires, fue un éxito de organización que posibilitó una fiesta de la cultura que también, fue un acontecimiento a nivel comercial, dos elementos que no siempre es fácil unir.