Millonarias inversiones y profesionalización de la gestión en Libesa
1 de julio de 2005 - numero_15
Recientes nombramientos y flamante maquinaria de punta son movimientos cruciales para el crecimiento y la expansión de la firma chilena que pretende internacionalizar sus productos a lo largo de Latinoamérica
En la calle Estado en pleno centro de Santiago de Chile, transcurría 1953 cuando León Rozowski Reches, abrió por primera vez las puertas de Librería Estado. Aquella iniciativa daría lugar a lo que hoy, más de medio siglo después, es LIBESA, una empresa con una facturación de US$ 30 millones anuales. La firma importa y representa prestigiosas marcas extranjeras, también produce una gran diversidad de artículos que exporta a más de 20 países, incluida su filial en Argentina.
Con una reciente inversión de US$ 8 millones para instalar en Chile la fábrica de cuadernos más moderna de Latinoamérica, la compañía pretende enfrentar una nueva fase de crecimiento y expansión. Libesa procura “consolidarse en una primera etapa con un tercio de las ventas del mercado chileno” anunció su flamante gerente general, Eduardo Klinger (foto), quien reemplaza en el cargo a Alexis Rozowski. Este último asumió como director ejecutivo de la empresa, en tanto que Salomón y David Rozowski pasaron a ser miembros del Directorio, junto a profesionales de reconocido prestigio como León Cohen, Alfredo Enrione y Rodrigo Albagli.
“Libesa produce el 60% de los artículos que comercializa”, señala Klinger durante la entrevista, revelando también al concluir que la meta de la empresa austral es facturar US$ 40 millones para finales del 2006.