Breve historia de la cinta adhesiva
1 de enero de 2004 - numero_08
Por Daniel Millán
Desde principios del siglo veinte, la Minnesota Mining and Manufacturing Company, producía abrasivos. Las lijas y esa constante innovación que la ha caracterizado durante un siglo de vida, llevaron a un joven ingeniero de esta empresa a la elaboración de un producto que cambiaría su historia. ¿Es necesario aclarar que esta compañía de Minnesota es 3M? Muchos ya cayeron en cuenta seguramente.
Richard Drew había ingresado a la empresa en 1923, habían pasado dos años y estaba probando un lote de lijas en un taller mecánico y observó con interés las dificultades que tenían los pintores que enmascaraban partes de un auto para aplicar dos colores. Al despegar las partes cubiertas, muchas veces se dañaba la pintura por lo fuerte del pegamento. “Dick” Drew pensó: “con una cinta adhesiva, segura pero despegable, solucionaríamos este problema”. Investigó y produjo una cinta que cumplía con las exigencias de quienes necesitaban enmascarar para pintar, había nacido para quedarse el Masking Tape.
El mismo Drew en 1930, preparaba un nuevo producto: una cinta de celofán transparente y adhesiva. Sus objetivos eran ambiciosos, producir una cinta que permitiera sellar los empaques de alimentos. La realidad de los años treinta, con una depresión perceptible, transformaron el objetivo original. Su producto era un éxito pero no sólo sellaba alimentos: pegaba billetes, reparaba libros, permitía componer juguetes, cubría fuentes de aire en las ventanas, etc. Ya era realidad un eslogan con el cual se identificó a la empresa: “si pega o raspa es de 3M .
De aquellos años, 1932, es también el primer dispensador para cinta adhesiva con cuchilla incorporada. Lo inventó John A. Borden otro ingeniero de la ya citada empresa. Posteriormente se extendió el uso de estos adhesivos a los campos quirúrgico y farmacéutico, e incluso al aeronáutico. El resto ya es historia.