Ideas para su negocio: La iluminación del punto de venta
1 de abril de 2002 - numero_02
Sin duda el consumidor de hoy, en función de la gran oferta de productos y calidades, requiere como prioridad fundamental disponer de cómodas y ergonómicas formas de apreciar los productos, así como fuentes de luz acorde a dicha función.
A tales efectos, una correcta planificación de la iluminación artificial hará más placentera la estancia en la papelería, lográndose a la vez destacar la exhibición de los productos e impulsar la compra.
Criterios a adoptar en iluminación interior
Como las papelerías tienen productos muy coloridos, el uso de luz neutra es el más recomendable. Se debe tomar en cuenta la altura del techo del local, si es complejo el recambio de lámpara, es mejor emplear las de mayor duración.
En espacios interiores se instalan lámparas de incandescencia y de descarga, para crear un manto de luz, con escasas manchas de sombra, logrando así una base uniforme de iluminación y ambientación adecuada.
Lámparas de incandescencia: Las de filamento que al rojo vivo irradia luz y algo de calor. Su tono blanco cálido, da excelente reproducción de los colores, no centellea. Su reducido tamaño permite que las luminarias sean pequeñas. Elevado rendimiento (LM/W), vida media entre 1.000 y 3.000 hrs. Es barata, pero consume más energía y dura menos.
Lámparas de descarga: Los fluorescentes en toda su diversidad, así como los focos de gas o vapor de mercurio, metal halide, sodio y luz mixta. Aunque más caras son de poco consumo y baja frecuencia de recambio, entre 5.000 y 15.000 hrs. Tonalidades blanco cálido, blanco neutro o blanco luz diurna. Reproducción de colores desde regular a muy buena.
Reflectores halógenos: pueden ser spots desplazados sobre rieles, como los dicróicos, proyectan un haz de luz, cuyo diámetro puede ser regulado hasta en 5 grados de apertura, permitiendo aumentar el mismo y dirigir el rayo luminoso a una estantería o mostrador perimetral, o reducirlo hasta alcanzar un punto de luz sobre un producto exhibido para darle relevancia y destacarlo.
Complementando estos con los anteriores se puede lograr un acento de luz sobre un área determinada, recuperando espacios, integrando rincones y dando sensación de amplitud.
La economía traducida en consumo y vida útil:
No solo se debe valorar los watts a través de la simple suma del consumo de las unidades, sino también considerar el valor de los focos y la frecuencia de reposición o duración de los mismos.
Las lámparas ahorradoras de energía poseen más intensidad luminosa, mayor tiempo de vida (10.000 hrs.) y se presentan en varios tamaños, formatos, tonalidades y potencias. Proporcionan una economía de cerca del 80% en relación con las incandescentes convencionales, a pesar del precio inicial más alto.
Entre las últimas tecnologías conocidas se encuentran los fluorescentes con balastos electrónicos, cuyo encendido instantáneo hará más eficiente su rendimiento, así como prolongará su vida útil (20:000hrs).
Se recomienda evitar desperdicio de energía, apagar vitrinas y letreros luminosos durante la noche. Ante la necesidad de iluminar un salón de ventas o showroom, el asesoramiento profesional logrará amortizar la inversión inicial en plazos reducidos.
Por ARQ. OSCAR LAGOA
Especialista en Luminotécnia