El efecto Pigmalión
25 de marzo de 2010 - Destacados
En la mitología griega, Pigmalión fue un escultor que se enamoró de su estatua. En psicología, es un concepto que escribe la conducta de los individuos como respuesta a las expectativas que de ellos tiene otra gente. En management funciona como aliento o desincentivo.
Estas ideas fueron aplicadas al ámbito del management en 1988, cuando J. Sterling Livingston publicó en la Harvard Business Review un artículo titulado Pygmalion in Management. Allí decía que las expectativas que los gerentes tienen de su personal afectan el trato mutuo. Ambas cosas – expectativas y conductas – son percibidas por los subordinados y afectan su desempeño. Si las expectativas son positivas, lo mejoran. Si son negativas, lo deterioran.
Por eso, el poder de las expectativas es enorme. El concepto se basa en las siguientes premisas:
• Todo supervisor tiene expectativas con relación a la gente a su cargo.
• Todo supervisor comunica esas expectativas en forma consciente o inconsciente.
• Los subordinados captan esas expectativas, en forma consciente o inconsciente.
• Los subordinados se comportan de acuerdo con las expectativas que han captado del supervisor.
Es importante conocer esta influencia, decía el autor, porque las consecuencias pueden ser muy positivas o muy negativas. De quien esperamos un buen desempeño, entonces, obtendremos sin duda un lucimiento perceptible. Pero de quien esperamos poco obtendremos un deterioro en el desempeño que será consecuencia de la baja autoestima que ayudamos a generar. Las señales son, casi siempre, muy sutiles.
Fuente: Mercado-Argentina