La Vidriera Generando el impacto que logra seducir al consumidor
1 de enero de 2009 - numero_29
Por las Arqs. Ana Lucía Llorentey Silvana Falco
La decoración comercial es una especialidad que requiere de técnicas específicas, para alcanzar el objetivo de atraer a los potenciales compradores y conseguir que ingresen a comprar. Aunque el tema de las vidrieras ya ha sido tratado en otras ediciones de esta revista, su vigencia es permanente y es de utilidad refrescar y actualizar conceptos. En esta ocasión contamos con la colaboración de las reconocidas arquitectas argentinas Ana Lucía Llorente y Silvana Falco, docentes universitarias en diseño urbanístico y comercial, han dictado seminarios internacionales en Diseño de Escaparates y Vidrieras para Cámaras de Comercio y Colegios de Arquitectos.
La Arquitectura Comercial es un complejo conjunto, que busca lograr el encuentro entre los deseos de los consumidores, la oferta de un producto y la tentación que concrete la venta.
La altísima competitividad del mercado ha hecho del diseño, una experiencia ineludible al momento de generar el impacto, que logre seducir y convencer al consumidor.
Una propuesta de diseño global, indicativa de una idea integradora espacial, comprende la arquitectura del edificio, el equipamiento interior, la gráfica, la señalética, la iluminación, el color, la vidriera y los complementos elegidos para conformar un concepto de comunicación.
Lograr este propósito diferenciador permite además descubrir y crear un nuevo mercado al activar la sinergia entre los no clientes y el producto, abriendo nuevos horizontes.
El enfoque de la intervención profesional en los comercios del rubro librería y papelería debe reflejar una fuerte unidad conceptual, definiendo un estilo que permita visualizar el amplio universo de productos, enmarcados en una propuesta estética, dónde lo útil se presente además como bello.
La vidriera, en particular, acompaña desde el acceso la propuesta. Debe interactuar profundamente con el consumidor, debe seducir y debe convencer. Lograr que este escenario se convierta en algo genuinamente atractivo, es una meta que debe cumplirse.
Las características constructivas de las vidrieras varían: las hay cerradas (zócalo elevado y paredes propias) o abiertas (se integra visualmente al local).
Su ubicación puede darse sobre la fachada o lateralmente acompañando el ingreso. El contexto del local, la calle misma o un shopping es determinante a la hora del proyecto lumínico. Debe estudiarse cuidadosamente la iluminación natural y el asoleamiento en el primer caso, y el proyecto que incluya la iluminación artificial desde lo particular hasta lo general, en ambos casos.
Soportes de líneas simples permiten ofrecer en forma de destacadas piezas, la amplia variedad de objetos de máxima calidad, de refinado diseño, de alta tecnología, exclusivos pero no excluyentes, facilitando una cómoda elección. Las alturas en que se ubiquen los objetos tendrán correspondencia con la mirada del observador, teniendo en cuenta tamaños y jerarquías.
La simetría y el peso visual de los objetos a exhibir, deberán combinarse equilibradamente.
El color, protagonista indiscutido, se verá reflejado no sólo en paredes y piso, sino en la gráfica y en la comunicación.
Una cuidada selección de las texturas y los materiales, permitirán evitar fuentes de luz que deslumbren, reflejos producidos por espejos o superficies brillantes y la reflexión de la superficie de los elementos presentados.
La combinación de estos factores define diferentes pautas a la hora de nuestra intervención profesional.