Productos en el aula: Sacapuntas, Tajalápices, Sharpeners, Vleistiftspitzern

Muchos útiles escolares han sido tratados en esta columna, hoy le tocó en turno al “sacapuntas” de lápiz, llamado también en Colombia “tajalápiz”.

Para muchos la fabricación de sacapuntas parecerá algo fácil, pero en realidad el contenido cerámico de la mina de los lápices, hace de ésta una tarea extremadamente compleja. Entre los más importantes productores consultados, se coincide en que hay apenas alrededor de dos docenas de fabricantes capaces de hacerlo bien, y por ende respetados a nivel mundial.

Un sacapuntas parece una herramienta muy sencilla, pero requiere de una alta precisión en sus procesos de producción. Para asegurar un corte preciso y limpio durante el afilado de los lápices, es necesario contemplar muchos detalles. En los sacapuntas de plástico, por ejemplo, el molde de inyección tiene que ser muy exacto, tomando también en cuenta la contracción del plástico al enfriarse después de ser expulsado de la inyectora. Además los tajalápices plásticos ceden algo con la presión que produce el tajado, dejando girar al lápiz más fácilmente.

Es muy importante que el ángulo de corte de la cuchilla sea exacto, para no desgarrar la madera y cortar con menos esfuerzo. La cavidad interior en forma de cono, debe ser rigurosamente justa en su abertura y profundidad, ya que con una arista muy obtusa saca poca punta, mientras que demasiado aguda resulta en una punta frágil y quebrantable.

Un tornillo sujeta la cuchilla en el cuerpo del sacapuntas, para asegurar un ángulo perfecto de corte de la madera y del grafito. El tornillo siempre es señal de buena calidad, uno de los pocos detalles notables a primera vista. Los remaches se aflojan y convierten a un sacapuntas en desechable, no es nada recomendable comercializar ese tipo de artículos.

Los sacapuntas de metal son unos de los preferidos, entre ellos los fabricados en magnesio. El magnesio es suficientemente duro como para ser trabajado con una fresadora. Algunos fabricantes usan aluminio, que es más económico aunque demasiado blando. También se llega a trabajar con fundición (o inyección) en zamac.

La tendencia apunta a los modelos con depósito o recipiente que permiten almacenar la viruta y el polvo proveniente del sacado de punta al lápiz.

La amplia variedad de modelos y diseños con desarrollos innovadores, incluye los escolares sencillos, en atractivos colores de tendencia actual, de metal o plástico opacos y traslúcidos, estilos de fantasía, diseños de moda y modelos de lujo en acabado oro. En el mercado tampoco faltan los tajalápices de 2 servicios, para lápiz normal o grueso, y hasta de 3 servicios, que afilan el lápiz completo, sólo la madera (dejando la mina intacta) o sólo la punta de la mina. La gama es infinita, a continuación conozcamos algunos oferentes del mercado.

KUM, William Wisehart, sales manager

La planta principal de KUM se sitúa en Erlangen, Alemania. Fabrica sacapuntas desde 1920, éstos se comercializan en Colombia, Ecuador y Venezuela a través de Michael Frahm de Representaciones Alfacircon, C.A.; en Chile, por Fala de Chile; en Perú por Arti; y en Centro América por Dieter Grünenberg de Klaas Ltda.

En Venezuela y otros países, un sacapunta en particular (con recipiente en forma de cono) se ha convertido en estándar, se trata del ítem KUM 221.

Un importante aporte al desarrollo de este producto es el empleo de una cuchilla que no es plana sino curva, y además flexible, cuando ésta taja el lápiz, se mueve, adaptándose dinámicamente a la estructura fibrosa de la madera en vez de rajarla. Por eso el roce es menor y resulta más fácil girar el lápiz. Este sistema patentado por KUM como Dynamic Torsion Blade Action ®, reduce la fricción y con ello la probabilidad de rotura de la punta.

La forma curvada de la hoja hace que funcione como un resorte presionando contra el tornillo que la mantiene en su sitio. Esta tensión, que así se crea, le da a la cuchilla la característica dinámica que mejora su desempeño y hace placentero el sacar punta al lápiz.

Representaciones Alfacircon, Michael Frahm, presidente

KUM produce desde sus piezas y hasta las maquinarias que fabrican las mismas. Otro importante aporte al desarrollo de producto, ha sido esta vez para los sacapuntas de los lápices cosméticos que emplean fórmulas cremosas y suaves como punta, lo que confronta a una situación totalmente diferente. A la edad de 84 años, Werner Lüttgens, estando aún muy activo en la Compañía, inventó la tecnología “dos-cuchillas” que forman adecuadamente la punta de lápiz redonda que se necesita para aplicaciones faciales sensitivas. Su hijo y actual propietario, Dr. Fritz Lüttgens, está ahora refinando esa tecnología para nuevos productos que pronto aparecerán en el mercado.

Dos datos importantes del líder alemán: sus sacapuntas de metal son elaborados con magnesio y alrededor de 2/3 de sus ventas son de sacapuntas con recipiente.

Iteca, Ricardo Albacete, presidente

En 1990 Iteca inicia la fabricación de sacapuntas con cuchillas alemanas y cuerpo de aluminio, utilizando perfiles de una aleación con 67,5% de aluminio y 22% de magnesio, lo que ofrece una mayor economía, aunque con el tiempo produce cierta oxidación manifestada por una sensación de ligero polvo en la superficie de los sacapuntas. La maquinaria fabricada para Iteca en Suiza produce 21 sacapuntas por minuto con acabados de primera calidad. Han exportado a Perú, Colombia, Argentina, Chile y México, produciendo marcas como Berol, Faber-Castell, y Pax.

El producto más importante para Iteca es su sacapuntas de aluminio tradicional y su modelo con depósito irrompible.

Imex, Gregorio Leone, brand manager

Imex comercializa en Chile los sacapuntas Adix y Bruynzeel. La primera es una marca propia de Imex en la que la oferta contempla sacapunta metálico achaflanado (cuña), recto (rectangular) y doble; sacapunta simple y doble con contenedor, tapa rosca, diseño moderno, presentado en caja exhibidora. Los sacapuntas triples de Bruynzeel, son para el Lápiz triangular de Bruynzeel, que se ajustan precisamente a la forma de los lápices triangulares de esa marca europea.

El producto que más venden es el sacapuntas con contenedor por sus colores y diseños.

Möbius & Ruppert KG, Peter Kempers, director de ventas y marketing

M+R es una empresa familiar fundada en 1922, está administrada por la cuarta generación y ocupa 100 empleados. Se atribuye a Paul Möbius la invención del primer sacapuntas fabricado a escala industrial.

Entre sus productos encontramos sacapuntas para crayones de cera, con adaptador para lápices que reduce el diámetro desde 12,5 mm hasta 8,5 mm, o sacapuntas con tapa de cierre automático, en cuanto saca el lápiz, se vuelven a cerrar de modo de que no salga la viruta ni el polvo de grafito al exterior.

Desde Erlangen, Alemania, exporta el 60% de su producción a alrededor de 100 países.

“También producimos para marcas como Faber Castell, Staedtler, Rumhold, Rotring, Iteca…y otras.” Dijo a esta redacción, Stéphane Martínez (customer relations export de M+R).

Star Plast, C.A., Eugenio Moreno, gerente de ventas

Hace 16 años nació en Venezuela una fábrica de sacapuntas, entonces Star Plast, C.A. instaló su planta en Guarenas, Estado de Miranda, con estructura, maquinaría y tecnología alemanas, obteniendo sacapuntas con características y calidad europea.

Star Plastic produce una amplia gama de sacapuntas con y sin depósito, en material plástico o de metal. Todos son realizados con cuchillas de procedencia alemana para conferir al producto la mayor calidad y garantía de uso.

Eugenio Moreno comentó que exportan regularmente sus productos hacia Colombia, y también han incursionado en otros mercados como Perú y República Dominicana.

Actualmente están renovando parte de su maquinaría por una nueva y más moderna que ofrecerá una calidad superior, con tecnología de punta que permitirá producir las necesidades requeridas por la empresa en sus futuros planes, reveló Miguel Gamboa.

Libesa, Ronaldo Díaz, gerente de abastecimiento y desarrollo

La empresa chilena distribuye en todo el país los sacapuntas de sus marcas propias, Proarte e Isofit, dirigidas al mercado escolar y de oficina respectivamente. Cumple con normas nacionales e internacionales respecto de toxicidad y seguridad, poniendo un particular cuidado en el resguardo de la salud e integridad de los usuarios.

Los sacapuntas Proarte se clasifican en metálicos o plásticos con depósito y sin depósito, todos estos diponibles en caja o en blistercard. Proarte apoya, por otro lado, campañas antidrogas y antidelincuencia. Las máquinas sacapuntas son Isofit, que es una línea posicionada en oficinas, son para trabajo pesado y uso frecuente.

Eisen GmbH, Rainer Eisen, gerente

La firma Eisen GmbH, establecida en Baiersdorf Bavaria, Alemania, es reconocida internacionalmente como una afamada productora de sacapuntas. Es una empresa familiar actualmente gerenciada por Rainer Eisen, quien representa a la tercera generación dedicada a esta actividad. Por el momento la capacidad de producción anual, que no es menor a 80 millones de tajalápices, está siendo explotada a su máximo nivel.

Ya sea en metal, plástico o madera; en empaques de publicidad o fantasía; entre 50 modelos básicos de Eisen, que a su vez varían en colores y estampados, se encuentran opciones para toda tendencia y economía. La filial Eisen en China, ha comenzado recientemente a producir las cuchillas, con el mismo estándar de calidad que las alemanas, ofreciendo así alternativas de precio más competitivo, concluyó Rainer Eisen.

Breve historia del Sacapuntas

El primer sacapuntas fue, sin duda, una navaja u otro objeto equivalente. Los primeros lápices, de forma irregular y con la mina no necesariamente centrada, no permitían usar otro tipo de instrumento.

La producción en masa y la estandarización alcanzada a fines del Siglo IX, animaron a mentes imaginativas en diferentes países. Si rastreamos las patentes de inventos registrados, nos encontramos con la que John Lee Love registró el 23 de noviembre de 1897. Su invento era un sacapuntas simple y portable, como el que usan muchos artistas actualmente. El lápiz era colocado en una abertura y con la mano se lo hacía girar dentro de ella. Los residuos de madera y mina quedaban dentro del mismo instrumento.

Para ser justos, no podemos olvidar que Gould & Cook patentó un sacapuntas en 1886 que fue vendido hasta 1918. Si bien no guarda parentesco con los actuales, fue diseñado para la tarea de remover la madera y afilar la punta de un lápiz. Era una pequeña máquina que tenía un disco, de material áspero que al girar desgastaba al lápiz. Algunos atribuyen al alemán Paul Möbius, la invención del primer sacapuntas fabricado a escala industrial.

Al español Ignacio Urresti le debemos el conocido sacapuntas de escritorio a manivela. Lo diseñó cuando trabajaba en la fábrica de armas “El Casco” y posteriormente fue replicado en todo el mundo.

En este breve recuento no podemos dejar de mencionar al fenómeno Play-Me de la década del ‘70 . Con esta marca, se fabricaban en España miniaturas diversas que atraían a coleccionistas de todo el orbe. Enfrentados al impuesto que las grababa como artículos de lujo (eran sólo adornos), tuvieron la genial ocurrencia de transformarlos en objetos útiles añadiendo un sacapuntas en su interior. La nueva funcionalidad potenció al producto, rebajando su precio y extendiéndolo geográficamente.

El sacapuntas siempre fue compañero irreemplazable del lápiz de grafito. Hoy existen modelos con formas y funcionalidades diversas. Parecen destinados a ser reemplazados y superados, posiblemente eso sucederá a mediano plazo, por ahora seguirán descubriendo la mina del lápiz que al aparecer, junto con el tradicional olor a madera, evocarán en nosotros imágenes que se remontan a nuestra infancia.