Schmincke: la calidad que el talento necesita
1 de abril de 2008 - numero_26
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¿Podríamos hoy, casi un siglo después, admirar a Emil Nolde, el destacado pintor expresionista, si además de su talento no hubiera usado las mejores pinturas de su tiempo?
No, no podríamos. Nolde y muchos otros artistas conocían un fabricante de pinturas -Schmincke- que siempre pensó que la calidad era mas importante que la velocidad y que las máquinas son muy útiles pero la delicadeza de una mano humana sigue siendo irreemplazable en la preparación de acuarelas y colores.
La empresa se inició hace 127 años y el maestro del siglo XIX, Cesare Mussini, le dio el nombre a la reconocida línea que cimentó el prestigio de la empresa de Düsseldorf. Posteriormente patentaron Horadam Aquarell que lleva el nombre de su creador y la investigación y desarrollo nunca más se detuvo. “Schmincke considera la elaboración de colores un arte en si mismo e intenta todos los días tender puentes entre la tradición y el futuro” afirman sus actuales conductores y esta particular síntesis es uno de sus rasgos distintivos.
La compañía germana investiga y usa la más moderna tecnología para asegurarse de que sus pinturas sigan teniendo el halo mágico y calidad que siempre necesitará el talento. Tampoco descuida el aspecto comercial, las acciones de promoción y marketing jamás se detienen. En Paperworld 2008, el stand de Schmincke se destacó como la primera estación en el recorrido de los expertos por el pabellón Creativeworld. Los que saben, reconocen en la esmerada calidad y el prestigio de esta marca el complemento perfecto para el artista plástico moderno.