Vender libros es rentable? Dos perspectivas: Brasil y Argentina
14 de noviembre de 2007 - Noticias
Si esta pregunta se la hacemos a los vendedores brasileños o argentinos ambos nos responderán con una negativa.
Aunque no por las mismas razones. En Brasil, un país con mas 8 millones de kilómetros cuadrados y casi 200 millones de habitantes, sólo se colocan 2.000 nuevos títulos al año. La cantidad de librerías ha disminuido al punto de no encontrar ninguna en las dos terceras partes de sus ciudades (datos publicados por Asociación Nacional de Librerías y el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas).Mientras menos librerías existan los libros subirán su precio y sólo sera posible encontrarlos en contados lugares.
Vitor Tavares, Presidente de la Asociación Nacional de Librerías de Brasil (ANL), llama al estado para que se promulguen leyes que regulen el sector y protejan a las librerías independientes de manera que el sector pueda crecer y consolidarse.
En Argentina el problema es el inverso, con 25.000 nuevos titulos al año, un nuevo libro sólo tiene vida comercialmente atractiva por 45 dias. La ola de novedades fragmenta al mercado incrementando los gastos operativos: de los 8000 títulos que vende al mes una librería, 7.000 son nuevos títulos. La editoriales de gran tamaño pueden publicar 30 novedades al mes pero las de tamaño reducido no pueden soportar ese ritmo.
Este tema fue discutido en un reciente panel, “Libreros y librerías”, coordinado por el profesional del ramo Fernando Pérez Morales quien afirmo: “En general sufrimos insoportables aumentos de costos. No podemos trasladar eso al precio del libro, en el futuro habrá menos librerías, hoy es más rentable vender ropa o zapatillas”.
Dos perspectivas distintas: falta de titulos con puntos de venta en riesgo de extinción en Brasil y sobreabundancia de ellos en Argentina. Puede el mercado, como preconizan sus devotos, regular “naturalmente” este tipo de desequilibrios sin afectar a quienes hacen posible que este sector exista? Quien podrá ayudarnos (como diría un recordado personaje)? Será que el vilipendiado “estado protector” tendrá que tomar cartas en el asunto?