Panorama del sector del papel
3 de octubre de 2007 - Noticias
Según el análisis de COFACE, compañía de seguros de crédito para el comercio exterior, experta en la evaluación de riesgos con analistas en más de 100 países. En sus informes presenta un panorama actualizado por sector, éste es el que correspone al papel.
En 2006, la industria papelera se ha beneficiado de una demanda mundial firme, lo que le ha permitido repercutir el alza de sus costes de producción a sus precios de venta. La reducción de la capacidad de producción en América del Norte y en Europa ha facilitado así mismo el aumento de los precios. En 2007, la demanda mundial de papel y de cartón debería progresar a menor velocidad, debido a una ralentización de la producción industrial en Europa y en América. El nivel elevado de los precios de las materias primas y de la energía podría afectar a las cuentas de las empresas, en particular de aque llas que transforman el papel en cartón, y que están ya sometidas a presiones de la gran distribución sobre los precios y a la competencia de otros materiales.
En Estados Unidos, la coyuntura papelera ha sido favorable en 2006. Aunque la demanda de papel de impresión-escritura se ha estancado, ha aumentado la demanda de papel para cartón y envasado, así como de papel de periódico. Las nuevas reducciones de capacidad y la menor presión de las importaciones europeas de papel han facilitado los aumentos de los precios, permitiendo cubrir de este modo el aumento del coste de las materias primas. La situación financiera de las empresas sigue siendo por tanto satisfactoria, aun cuando las presiones de los grandes distribuidores de productos papeleros sobre los precios han sido fuertes. En 2007, las empresas papeleras norteamericanas podrían sufrir una ralentización económica. El elevado nivel de los precios de las materias pri mas (pasta, papel reciclado) y de la energía, sólo puede compensarse parcialmente con una reacción de la actividad en el frente de los aditivos químicos y del transporte. La situación será particularmente sensible en el papel para impresión-escritura. Un nuevo aumento de las tarifas postales, la disminución de los gastos publicitarios y la competencia de Internet pesarán aún más sobre la difusión de las revistas. La ralentización de la construcción residencial podría igualmente tener un impacto moderado sobre las cuentas, con motivo del lugar a veces importante que ocupa la madera para la cons trucción y los paneles de partículas en la actividad de numerosos grupos. Estos elementos, que justifican el levantamiento de la vigilancia positiva, no dejan entrever de todas formas un deterioro significativo del sector. La presión de las importaciones procedentes de China seguirá estando contenida gracias a la imposición de medidas legales anti-dumping, mientras que los productos euro peos verán su competitividad afectada todavía por el nivel elevado del euro. Además, las reducciones de capacidad proseguirán, principalmente en el papel de periódico, con la fusión entre Abitibi y Domtar, que controlan la mitad del mercado. En estas condiciones, los precios deberían, en el peor delos casos, estabilizarse.
En Europa occidental, el sector papelero se ha beneficiado en 2006 de una cierta mejora coyuntural. La reducción de la oferta provocada por la parada de máquinas y por el aumento de la demanda han permitido poner fin a varios años de estancamiento de los precios. Sin embargo, el alza apenas permite compensar el encarecimiento de los costes. En 2007, la persistencia de una demanda bien orientada y la continuación de las reestructuraciones, principalmente en el papel satinado sin madera, lastrada a su vez por la sobrecapacidad y por el impacto desfavorable del euro sobre las exportaciones, deberían permitir un nuevo aumento de los precios. Sin embargo, los riesgos no son menos importantes de manera comparativa en la transformación. El envasado se ve enfrentado por tanto a pérdidas de mercados como resultado del peso creciente de las importaciones de bienes de consumo.
Además, la papelería ha sufrido fuertes presiones de la gran distribución. La impresión presenta también riesgos, aumentados por los costes engendrados por las innovaciones tecnológicas. En Japón, la demanda y las entregas son estables desde hace varios años. Sin embargo, el renacimiento publicitario se produce por un estremecimiento. En este mercado relativamente cerrado (el 90% de la actividad de los productores locales se orienta al mercado doméstico), la rentabilidad sigue siendo escasa y las reestructuraciones poco numerosas. La tentativa de OPA de Oji Paper sobre Hokuetsu Paper Mills en septiembre de 2006 fracasó debido a la llegada benevolente de Mitsubishi Corp. y Nippon Paper. En China, la producción papelera (segunda del mundo) es el resultado de la vigorosa progresión de la demanda local (+10% anual). Sin embargo, el país, en gran parte deficitario en materia prima, debe importar masivamente papel reciclado. En este contexto, los precios de la pasta y del papel reciclado se orientan al alza, mientras que los stocks son bajos. Esta situación favorece el rápido desarrollo de nueva capacidad en Brasil, donde la abundancia de materias primas asegura una fuerte rentabilidad de las actividades, pero también en Chile y en Uruguay, y por supuesto en Indonesia, así como en otros países del Sudeste asiático.