“Libros al viento” en Bogotá

¿Quienes no leen libros no lo hacen porque no los tienen a la mano o porque su predisposición es otra?

El comunicólogo Marshall Mc Luhan diría que el hombre contemporáneo, el que vive en la gran aldea global, ve al libro como un soporte de comprobada eficacia pero que ya no puede expresar -con su linealidad típica- lo que los medios contemporaneos transmiten. La vida del hombre se expresa de muchas y simultáneas maneras, cada segundo, y el viejo libro corre sin poder alcanzar al ciudadano de hoy.

Otros, como quienes organizan “Libros al viento”, ven lo que tradicionalmente se ha visto en el “amigo de papel”: un vehículo que nos lleva, línea a línea, conocimiento adentro. Es vital entonces, acercarse a los libros.

La campaña bogotana lleva libros a paradas de buses, mercados y otros lugares de concentración de personas buscando “acercar el libro a los ciudadanos, democratizar su circulación y ganar nuevos lectores como la mejor manera de preparar a la ciudad para la celebración de Bogotá Capital Mundial del Libro 2007-2008″.

Se esté teóricamente de acuerdo con unos u otros no se puede negar la positiva intención de quienes buscan que el libro sea accesible por todos y que, si la decisión sigue siendo no leer, lo sea por opción y no porque es inalcanzable.

“Libro al viento” fue originalmente pensado por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo y la Unidad Ejecutiva de Servicios Públicos de la capital colombiana.